lunes, 4 de mayo de 2009

Construcción blanda con judías cocidas. Premonición de la Guerra Civil (1936)


The Philadelphia Museum of Art

3 comentarios:

  1. Esta obra es una de las más agresivas pintadas en toda la historia. Muestra el horror de la Guerra Civil Española que se inició en el año en que fue pintada. En realidad, Dalí terminó la obra seis meses antes del estallido de la guerra y, hasta que ocurrió este acontecimiento, la pintura no tuvo el subtítulo "Premonición de la Guerra Civil". Aun así, Dalí parece ya saber que la posibilidad de una guerra era inminente, y pinta un monstruo amorfo de carnes que se estrangulan unas con otras.

    La figura está constituida por una pierna y una extremidad de la que surge otra. Estas dos partes se intentan despedazar. Debajo del monstruo amorfo hay un pie, el cual tiene un dedo de gran tamaño. Arriba se encuentra una cabeza sonriente inclinada hacia arriba, pareciendo ser cegada por el Sol. Esta cabeza recuerda mucho la pintura de Goya Saturno devorando a sus hijos, de carácter sombrío y terrorífico. Así Dalí, define el cuadro como una obra bélica, dado que Saturno es además el Dios de la Guerra.

    La pintura también se inspira en El coloso de Goya, a quien había sugerido la obra los horrores de la invasión francesa de España durante las Guerras Napoleónicas. Sin embargo, la creación de Dalí es aún más visionaria que la de Goya.

    Como en otras obras de Dalí, el elemento principal del título del cuadro (las judías o frijoles) se encuentran en una parte minúscula del mismo, solo como un elemento secundario, recordando a La jirafa ardiendo donde la jirafa sale en un tercer plano muy alejado. Las judías cocidas son una de las frecuentes alusiones de Dalí a la comida en sus obras. Reflejan el carácter nutritivo que él otorga incluso a la arquitectura:

    Basta decir que el modelo no podría existir para mí si no es en forma de metáfora intestinal. No solo el modelo, sino la misma objetividad ha sido comida. Por tanto, yo no puedo pintar más que a través de ciertos sistemas de delirio de la digestión.

    Salvador Dalí
    Un biombo se encuentra en el centro y, a la izquierda, un hombre, copia de otra pintura de Dalí, El farmacéutico del Ampurdán que no busca absolutamente nada.

    El fondo es un paisaje rocoso, semidesértico y montañoso. El cielo, pintado de una forma extraordinaria, muestra algunas nubes de color verde claro y azul oscuro. La escena se desarrolla en el Ampurdán, la región de Cadaqués, Figueras, Port Lligat, los lugares más cercanos a Dalí. Dalí ya había tenido una breve experiencia de guerra civil cuando, en 1934, se proclamó la República de Cataluña y el artista huyó a Francia debido a los desórdenes producidos.

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  2. En el lienzo conocido como “Premonición de la guerra civil”, (llamado anteriormente “Construcción blanda con judías cocidas”) pintado por Dalí en 1936, unos meses antes del estallido de la Guerra civil española, pinta bajo un cielo azul del Mediterráneo, el de la Costa Brava (el de su tierra, en la que le gustaría residir), un cuerpo desmembrado y roto, totalmente en tensión, con enormes manos de configuración monstruosa que sujetan los huesos como si fuesen una especie de armas. Se ha querido ver en esta rotura, la desmembración y el extremado enfrentamiento social y político que se vive en la España y también en la Europa del momento. Los pies esqueléticos y enormes, el rostro patético y descarnado vuelto hacia el cielo, recuerdan a alguna de las pinturas negras de Goya, pudiendo remitir al propio “Saturno devorando a sus hijos”. Todo el conjunto aparece articulado como si fuese una construcción arquitectónica. A la izquierda, un toque de perfecto realismo, un enorme busto de hombre adulto, el farmacéutico de Figueras, asoma sobre la deformada y enorme mano, totalmente ajeno a la escena, contemplando el suelo con ensimismamiento. Es una escena agresiva y dramática sobre el conflicto español, ya que el cuerpo destrozado y roto parece querer destruirse a si mismo, simbolizando la contradicción interna de la desgarrada España.

    La luz y el color contribuyen a aumentar el patetismo de la escena. El bello cielo azul y blanco se agita, se mueve, ya que se acercan nubarrones que anuncian la tormenta y comienzan a oscurecerlo. Los ocres, los beiges y marrones forman el resto de la composición que surge del fondo terroso. En el primer plano, las habas caídas, se pierden en un suelo sucio y oscuro.

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  3. A través del método paranoico-crítico (blando-duro), desarrolló una dicotomía que parece materializarse en obras como “Persistencia de la memoria” (1931), donde aparecen los elementos espaciales representados como duros, y los temporales, en este caso los relojes, como figuras blandas. Junto a estas imágenes oníricas, producidas no tanto por efecto del sueño como por la búsqueda lúcida de “fotografiar” el propio sueño, aparecieron otros temas que llegaron a ser obsesivos; así, las imágenes refundidas o dobladas (“Retrato de Gala”-o El Angelus de Gala-, 1935) y las formas simbólicas asociadas al sexo (“Construcción blanda con alubias cocidas: premonición de la Guerra Civil”, 1936).

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