lunes, 4 de mayo de 2009

El enigma de Hitler (1939)


Museo Nacional Centro de arte Reina Sofía de Madrid

1 comentario:

  1. "Yo no tenía ninguna "razón surrealista" para no tratar a Lenin como un tema onírico y delirante. Muy al contrario. Lenin y Hitler me excitaban al máximo. Hitler más que Lenin, por supuesto. Su espalda regordeta, sobretodo cuando le veía aparecer en su uniforme con cinturón y su tahalí de cuero que apretaban sus carnes, suscitaba en mí un delicioso estremecimiento gustativo de origen bucal que me conducía a un éxtasis wagneriano. Soñaba a menudo con Hitler como si se tratara de una mujer. Su carne, que imaginaba blanquísima, me seducía. Pinté una nodriza hitleriana haciendo calceta sentada en un charco de agua. Se me obligó a borrar la cruz gamada de su brazalete. Esto, sin embargo, no me impidió proclamar que Hitler encarnaba para mí la imagen perfecta del gran masoquista que desencadenaba una guerra mundial por el solo placer de perderla y de enterrarse bajo las ruinas de un imperio: acto gratuito por excelencia que hubiera debido suscitar la admiración surrealista, ¡por una vez que teníamos un héroe moderno! Pinté El enigma de Hitler que, fuera de toda intención política, resumía todos los simbolismos de mi éxtasis. Breton se sintió ultrajado. No quiso admitir que el amo de los nazis no era para mí más que un objeto de delirio inconsciente, una fuerza de autodestrucción y de cataclismo prodigioso."
    (Confesiones Inconfensables, Salvador Dalí)

    Alusión alegórica a la Conferencia de Munich (1937) en la que Inglaterra y Francia permitían a Hitler invadir y anexionarse los Sudetes (Checoslovaquia), lo que dejaba en evidencia la política de apaciguamiento (le debilidad de las democracias occidentales frente al régimen nazi)

    El teléfono roto alude a las negociaciones rotas, el plato casi vacío al hambre que vendrá a consecuencia de la segunda guerra mundial que se avecina y la foto de Hitler muestra al máximo responsable de la hecatombe a la que el mundo se dirige.
    El paisaje es sombrío y el paraguas cerrado puede transmitirnos que el gran chaparrón que se avecina pillará a Europa con las defensas sin preparar. Tambien se piensa que el paragüas puede aludir al primer ministro francés, Chamberlain, quien intentó sin resultados disuadir de su locura al canciller alemán. La rama seca y rota significa la muerte y la destrucción propias de la guerra que arrasará gran parte del continente.
    Los murciélagos pueden aludir a las tinieblas (en las que suelen vivir normalmente o las que sacudirán Europa)
    Y así fue que Europa y el mundo se sumergieron en una orgía de muerte y destrucción de 1939 a 1945 en la 2ª Guerra Mundial...

    ResponderEliminar